Bodhicaryāvatāra — Capítulo 2

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Śāntideva

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Bodhicharyavatara

Una Introducción a la Forma de Vida del Bodhisattva

Capítulo II Confesión de la Negatividad

por Shantideva

  1. Con el fin de que yo pueda adoptar esta preciosa joya de la mente,
    Hago ahora la más excelente de las ofrendas a los budas,
    Al sagrado Dharma – la más rara y perfecta de las joyas –
    Y a los herederos de los budas, cuyas cualidades son ilimitadas.

  2. Ofrezco toda clase de frutos y flores,
    Y toda clase de medicinas curativas,
    Todas y cada una de las joyas que este mundo ofrece,
    Y las más frescas y puras de sus aguas,

  3. Cada montaña repleta de gemas preciosas,
    Y bosques forestales, aislados e inspiradores,
    Árboles paradisíacos adornados con capullos de flores,
    Y árboles cuyas ramas están cargadas de finos frutos,

  4. Fragancias perfumadas de los dioses y otros reinos,
    Incienso, árboles que conceden deseos y producen mágicas gemas,
    Cosechas espontáneas que crecen sin los cuidados del labrador,
    Y todo objeto de belleza digno de ser ofrecido,

  5. Lagos y estanques adornados con flores de loto,
    Donde se escuchan los agradables ululeos de los gansos,
    Todo objeto y lugar de belleza no reclamado por ningún propietario,
    Que se extienda hasta los confines ilimitados del propio espacio.

  6. Los visualizo todos en mi mente, y a los budas supremos
    Y sus herederos los bodhisattvas, hago de ellos un regalo perfecto.
    Pensad en mí con amor, Oh señores sublimes y compasivos,
    Y aceptad todas estas ofrendas que ahora os presento.

  7. Al carecer de abundancia de mérito, estoy desamparado
    Y nada más tengo para ofrecer.
    Oh, protectores, que consideráis únicamente el beneficio de los demás,
    En vuestro gran poder, aceptad esto por mi bien.

  8. A los budas y sus herederos los bodhisattvas,
    Ofrezco mi cuerpo ahora y en todas mis vidas por venir.
    Supremos valientes, aceptadme totalmente,
    Porque con devoción seré vuestro sirviente.

  9. Si me aceptáis y me ponéis plenamente bajo vuestro cuidado,
    No temeré al samsara al ofrecer ayuda a otros seres.
    Los actos dañinos que cometí anteriormente han quedado enteramente en el pasado,
    Y de ahora en adelante, me comprometo a no cometer nuevos actos perjudiciales.

  10. A una casa de baño llena de suaves aromas,
    Con rutilantes y resplandecientes suelos de cristal,
    Y finos pilares que brillan con gemas,
    Donde cuelgan centelleantes doseles de perlas,

  11. Invito a los budas y sus herederos los bodhisattvas.
    Os imploro: venid y bañaros en agua perfumada,
    Vertida desde cántaros desbordantes hechos de exquisitas joyas,
    Acompañado por melodías y cantos.

  12. Luego, permitidme secaros en paños más allá de toda comparación,
    Inmaculados y ungidos completamente con aromas perfumados,
    Y vestiros finamente con los más excelentes atavíos,
    Ligeramente perfumados y teñidos en vívidos colores.

  13. Ofrezco ropas hechas con las telas más finas y suaves,
    Y cientos de los más hermosos adornos,
    Para agraciar los cuerpos del noble Samantabhadra,
    Manjugosha, Lokeshvara y los demás.

  14. Con los más sublimes de los fragrantes perfumes,
    Que suavemente impregnan mil millones de mundos,
    Ungiré los cuerpos de todos los budas,
    Que resplandecen rutilantes como oro puro y bruñido.

  15. A los poderosos sabios, perfectos recipientes de mi ofrenda,
    Presentaré lotos rojos y mandarava celestial,
    La flor azul utpala y otros capullos perfumados,
    Hermosamente dispuestos en guirnaldas de colores brillantes.

  16. También doy en ofrenda ondulantes nubes de incienso,
    Cuyo dulce aroma cautiva a la mente,
    Y un rico festín de abundante comida y bebida,
    Apropiada para complacer las mesas de los dioses.

  17. Ofrendo una fila tras otra de lamparillas preciosas,
    Todas perfectamente concebidas como lotos dorados,
    Y disemino los pétalos de flores atractivas
    Sobre el suelo rociado de incienso.

  18. Ofrendo palacios divinos que resuenan con cantos de alabanza,
    Relucientes con perlas preciosas y gemas colgantes,
    Las más hermosas de las estructuras en todo el espacio –
    Todo esto lo ofrendo a aquellos cuya naturaleza es la compasión.

  19. Parasoles incrustados de joyas con manijas hechas de oro,
    Cuyos bordes están todos embellecidos en diseños ornamentales,
    Vueltos hacia arriba, bien proporcionados y agradables a la vista.
    Ahora y por siempre, ofrendo todo esto a todos los budas.

  20. Que una multitud de otras ofrendas,
    Acompañadas por música dulce para los oídos,
    Pueda hacerse en grandes nubes sucesivas,
    Para aliviar los dolores de los seres sensibles.

  21. Que las lluvias de gemas preciosas y flores
    Desciendan en torrentes interminables,
    Sobre todas las joyas del noble Dharma,
    E imágenes y monumentos sagrados.

  22. Tal como Manjugosha y los demás
    Hicieron ofrendas a todos los budas,
    De la misma manera también ofrendaré a aquellos que se han ido así
    Y a todos sus herederos los bodhisattvas.

  23. Con vastos océanos de alabanza melodiosa,
    Honro estos océanos de buenas cualidades.
    Que las nubes de alabanzas dulces y suaves
    Asciendan incesantemente ante ellos.

  24. Multiplicando mi cuerpo tantas veces como átomos existen
    En el universo, me prosterno y me inclino ante
    Los budas del pasado, del presente y del futuro,
    El Dharma y la asamblea suprema.

  25. Ante todos los sostenes de la bodhichitta
    Y ante todas las estupas, me inclino,
    Y ante los preceptores y maestros,
    Y aquellos que practican la disciplina.

  26. Hasta que realice la esencia de la iluminación,
    Tomo refugio en los budas.
    E igualmente en el Dharma,
    Y la asamblea de bodhisattvas.

  27. A los perfectos budas y bodhisattvas,
    Que residen en todas las direcciones del espacio,
    Y que personifican la gran compasión,
    Uno las palmas de mis manos y ruego:

  28. En esta y todas mis otras vidas incontables
    Desperdiciadas vagabundeando en el samsara sin principio,
    En mi ignorancia he cometido actos negativos
    Y he estimulado a otros a hacer lo mismo.

  29. Abrumado por el engaño de la ilusión,
    He celebrado el daño cometido.
    Pero ahora veo que fue cometido como una equivocación,
    Y ante los budas, sinceramente me confieso.

  30. Todo lo que he hecho contra las Tres Joyas,
    Mis padres, mis maestros o cualquier otro,
    Por la fuerza de mis aflicciones,
    Con mi cuerpo, habla o mente,

  31. Todas las acciones indebidas que yo, el malvado que soy, he cometido,
    Faltas que se adhieren a mí por mis muchos errores,
    Y todos los crímenes insoportables que he cometido,
    Abiertamente los declaro ante vosotros, los guías de todo el mundo.

  32. Antes de que mi negatividad haya sido purificada,
    Mi vida puede muy bien llegar a su fin,
    De modo que ahora os ruego: otorgadme vuestra protección,
    ¡Velozmente, para asegurarme de ser liberado!

  33. El Señor de la Muerte es volátil, indigno de nuestra confianza,
    Él no esperará a ver si las tareas de esta vida han sido finalizadas o no.
    Para los enfermos y para los sanos por igual,
    Esta vida pasajera no es algo en lo que podamos confiar.

  34. Cuando nos vayamos, debemos dejar todo atrás,
    Pero no he logrado comprender esto y, así,
    En nombre de amigos y enemigos por igual,
    He cometido toda suerte de actos perjudiciales.

  35. Mis enemigos no vendrán más,
    Y mis amigos dejarán de ser,
    Yo mismo pasaré de esta existencia,
    Y todo, a su vez, desaparecerá.

  36. Como las experiencias en un sueño,
    Todas las cosas de las que hago uso y disfruto,
    Se convertirán posteriormente en un vago recuerdo,
    Y habiendo pasado no se verán de nuevo.

  37. En esta vida, que no dura sino por un corto tiempo,
    Algunos amigos y enemigos se han ido ahora.
    Pero no los actos perjudiciales que cometí hacia ellos –
    Estos efectos insoportables aún han de venir.

  38. Sin pensar jamás que yo también
    Podría morir rápidamente,
    En mi engaño, lujuria y odio,
    He cometido tanto daño.

  39. Sin detenerse jamás, día o noche,
    Mi vida siempre se me está escapando de las manos.
    Habiéndose ido, la vida no puede prolongarse,
    De modo que ¿cómo no podrían morir los que son iguales a mí?

  40. Cuando me encuentre tendido en mi lecho final,
    Los amigos y la familia pueden estar a mi lado,
    Pero seré sólo yo quien
    Sienta cuando se corten los lazos de esta vida.

  41. Cuando caiga en poder de los emisarios de la Muerte,
    ¿de qué me servirán mi familia o mis amigos?
    En ese momento es el mérito únicamente lo que puede protegerme,
    Pero, ay de mí, no he logrado depender de éste.

  42. ¡Oh protectores! Fui imprudente,
    Inconciente de horrores semejantes a éste,
    Y todo por esta existencia transitoria,
    Amasé tantos actos perjudiciales.

  43. Cuando es conducido hacia el lugar de tortura,
    Donde su cuerpo será pronto despedazado,
    Un hombre se transfigura debido a su terror;
    Su boca se seca, sus ojos afligidos saltan de sus órbitas.

  44. Si eso es así, entonces ¿cuán desesperado me encontraré,
    Cuando, abatido y completamente muerto de miedo,
    Caiga en las manos de los mensajeros de la Muerte,
    Y aparezcan sus formas aterradoras y horripilantes?

  45. ¿Existe alguien que pueda realmente salvarme
    De los horrores de este atroz destino?
    Con una mirada de terror y mis ojos completamente abiertos,
    Buscaré por todas partes tratando de conseguir un lugar de refugio.

  46. Cuando, al no ver por ninguna parte semejante lugar de refugio,
    Mi corazón se hundirá; deprimido, abandonaré toda esperanza.
    Porque si no hay un refugio al cual pudiera acudir,
    ¿qué opciones me quedan? ¿qué queda por hacer?

  47. Así, desde este día en adelante tomo refugio
    En los budas, los guardianes del mundo,
    Que trabajan para protegernos y beneficiarnos a todos,
    Y cuya gran fortaleza puede desterrar todo miedo.

  48. De la misma manera, genuinamente tomo refugio
    En el Dharma que ellos han realizado,
    Que elimina el terror del samsara,
    Y también en las huestes de bodhisattvas.

  49. Totalmente aterrado y en las garras del miedo,
    Me entrego a Samantabhadra;
    Y a Manjugosha también,
    Ofrezco este cuerpo en servicio.

  50. Al protector Avalokiteshvara,
    Cuya compasión está en todos sus actos,
    Imploro desde las profundidades de la desesperación,
    “¡Otórgame tu protección, a este ser perverso que soy!”

  51. A los nobles bodhisattvas
    Akashagarbha y Kshitigarbha,
    Y a todos los señores de gran compasión,
    Desde mi corazón, imploro vuestra protección.

  52. Y tomo refugio en Vajrapani,
    Ante quien los mensajeros de la Muerte
    Y todos aquellos que nos amenazan huirán
    Despavoridos, dispersos en todas las direcciones.

  53. En el pasado he ignorado tus palabras,
    Pero ahora he contemplado este horror,
    Y así te tomo como mi refugio:
    ¡Destierra rápidamente todos mis miedos, te lo ruego!

  54. Porque si, alarmado por las dolencias comunes,
    Debo seguir los sabios consejos de un médico,
    Cuanto más al estar perpetuamente
    Afligido por el deseo y otras faltas.

  55. Si uno solo de estos produce la ruina
    A todos los que habitan en el mundo,
    Y ninguna otra cura para sanarles
    Se encuentra en ninguna otra parte,

  56. Entonces, la intención de no seguir
    El consejo del omnisciente médico,
    Cuyas palabras destierran toda clase de enfermedades,
    Es una locura total, digna de desprecio.

  57. Si necesito tener un cuidado especial al estar
    Frente a un precipicio de altura más bien pequeña,
    Entonces, cuanto más lo estaré para evitar
    El de profunda duración que cae desde una altura de mil millas?

  58. No tiene sentido relajarse y pensar:
    “Hoy, al menos, no moriré,”
    Porque es cierto que vendrá el día
    En que mi vida dejará de ser.

  59. ¿Quién puede ofrecerme una garantía?
    ¿Cómo puedo estar seguro que no necesito tener miedo?
    Si no hay duda de que moriré,
    Entonces ¿Cómo puedo permanecer tranquilo?

  60. De mis experiencias del pasado,
    ¿Qué queda para mí? ¿Qué permanece ahora?
    No obstante, al aferrarme a ellas obsesivamente,
    He desobedecido las palabras de mi maestro.

  61. Tal como yo mismo eventualmente deberé abandonar esta vida,
    Asimismo debo abandonar familiares y amigos.
    Cuando deba partir solo en el viaje incierto de la muerte,
    ¿Qué importancia tendrán para mí estos enemigos y aliados?

  62. ¿Cómo puedo liberarme de lo no virtuoso,
    La fuente desde la que surgen los sufrimientos?
    En todos los instantes del día y de la noche,
    Esta debería ser mi única preocupación.

  63. Cualesquiera faltas que haya cometido,
    En mi ignorancia y en mi ceguera –
    Ya sea actos obviamente negativos
    O acciones proscritas por los votos,

  64. Ante los budas, uno las palmas de mis manos,
    Y, aterrorizado por los terribles sufrimientos por venir,
    Me prosterno en el suelo una y otra vez,
    Confesando todos mis actos perjudiciales, todos y cada uno de ellos.

  65. Os hago un llamado a vosotros, los guías de todo el mundo,
    Para que me aceptéis, así como los actos perjudiciales que he cometido.
    Y estos actos, puesto que son negativos,
    Os prometo que, de ahora en adelante, jamás los volveré a cometer.

| Traducido al inglés por Adam Pearcey, 2007.

| Traducido al español por Gustavo Villalobos, 2007.

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