La suave lluvia de beneficio y alegría

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Gyalse Shenpen Thaye

Sang Offering

La suave lluvia de beneficio y alegría

Una explicación de la práctica de la ofrenda de sang

de Gyalse Shenpen Taye

Sin jamás apartarte del espacio absoluto de la realidad, más allá de toda elaboración conceptual,
surgiste como la manifestación ilusoria de la sabiduría suprema e inmaculada, como la luna reflejada en el agua
danzando alegremente en un océano de gran dicha:
Heruka glorioso, Lhatsün, ¡sé mi guía! ¡Cuida de mí!

Ahora voy a ofrecer una breve explicación, palabra por palabra, de la práctica conocida como Riwo Sangchö, que forma parte del profundo ciclo dhármico del Rigdzin Sokdrup[1], cuyo origen fue una visión pura en la mente-tesoro del gran vidyadhara consumado, Lhatsün Namkha Jigme.

El comentario tiene dos partes: I) una breve explicación de los orígenes históricos de la práctica de ofrecer sang; y II) una exposición detallada del texto en forma de un comentario palabra por palabra.

I) Una breve explicación de los orígenes históricos de la ofrenda del sang

Algunas personas han afirmado que la práctica de ofrecer sang no tiene su origen en las enseñanzas de los sutras y los tantras.

Otras personas señalan fragmentos de los sutras donde se menciona a benefactores del Buda que le recibían quemando incienso sobre sus tejados, o llevando quemadores de incienso en la mano. Estas son, según ellos, las formas más antiguas de práctica de sang; también en los tantras se encuentran muchas referencias similares. Si bien éstas se podrían considerar como ofrendas de sang a una deidad supramundana, la clase de ofrendas de sang que nos concierne aquí incluye también el aspecto de enfocarse en depurar o purificar, como lo indican los términos «purificación de lo impuro o contaminado» (mnol bsang) y «purificación de contaminaciones o bloqueos espirituales» (grib bsang), por lo cual sería difícil considerar estos ejemplos como verdaderas ofrendas de sang.

Aun así, si especulamos sobre los orígenes del sang, podemos decir que el primer aspecto de la práctica [es decir, el aspecto de ofrenda] está en armonía con las fuentes auténticas mencionadas más arriba. Y en cuanto al segundo aspecto de purificación, podemos decir de forma general que, puesto que los budas victoriosos son hábiles en métodos y dotados de gran compasión, ellos entrenan a los seres con cualquier método que pueda ser más adecuado en cada situación. En este caso, los cuatro elementos universales y naturalmente puros —tierra, agua, fuego y aire— proporcionan numerosos métodos para purificar o limpiar las manchas de los oscurecimientos temporales y últimos. Los principios generales de este enfoque se pueden ilustrar con los versos del practicante laico Shrigupta para purificar la comida venenosa.[2] Y luego están los ejemplos que ilustran el método extraordinario de purificar el veneno usando el veneno mismo, como en el caso del pavo real que puede consumir veneno, o la técnica de verter líquido en la oreja.[3]

Los textos del Mantrayana Secreto también enseñan innumerables métodos de purificación que hacen uso individual de los elementos, según el nivel de experiencia de los practicantes. En los kriya tantras, por ejemplo, se enseñan rituales de purificación y ablución usando tierra y agua. Y, puesto que los tantras en general enseñan numerosos métodos, tales como rituales de pacificación basados en el fuego, ofrendas de incienso llevadas por el viento y demás, la autenticidad de este aspecto de la práctica no está en cuestión.

Esto también se puede probar con el razonamiento lógico: puesto que las actividades iluminadas de los budas por el bien de los seres a ser entrenados no tienen fin, esta práctica se puede describir como un método que usa particularmente el elemento fuego para purificar los oscurecimientos hasta que todas las impurezas hayan sido eliminadas, tanto a nivel temporal como último.

Orígenes históricos en el Tibet

En el pasado aparecieron tres reyes dhármicos que eran emanaciones de los Señores de las Tres Familias. De entre ellos, fue durante el reinado de Trisong Detsen —Mañjushri en persona— cuando se invitó a la Tierra de las Nieves al segundo Buda, el Gran Maestro de Oddiyana y se construyó el templo de Samye, espontáneamente perfecto e inalterable. En aquellos tempos el rey dhármico enfermó en una ocasión a resultas de una contaminación espiritual. Cuando informaron a Guru Rimpoché, respondió que poseía un método para eliminar la enfermedad. Se buscó madera limpia y, después de purificarla por medio del elemento fuego, se realizó una ofrenda de humo a las deidades. El rey recobró la salud y luego, para beneficio de futuras generaciones, se inscribieron en las paredes del glorioso Samye las instrucciones de la ofrenda del sang, así como su historia y una descripción de sus beneficios. Esto se conoce aún hoy día como el «Mural de la Ofrenda de Sang de Samye». A partir de entonces aparecieron cada vez más textos sobre las prácticas de ofrenda de sang.

El texto que se va a explicar aquí fue revelado por el gran Lhatsün Kunzang Namgyal, o Traktung Namkha Jigme, cuando abrió la tierra sagrada y oculta de Sikkim.

II) Una exposición detallada del texto en forma de un comentario palabra por palabra

La explicación del significado del texto en sí tiene tres partes: el comienzo, la parte principal y la conclusión.

1. El comienzo

Esta parte inicial incluye las secciones siguientes: tomar refugio; despertar la bodhichitta; y reunir las acumulaciones por medio de las siete ramas.

Toma de refugio

Om Ah Hung
Esencia del corazón de todas las fuentes de refugio del samsara y del nirvana, tan vastas como el espacio,
poderoso y airado vidyadhara, Pema Tötreng Tsal,
en tu cuerpo, todo lo que aparece y existe es el mandala perfecto de los budas:
¡para liberar del samsara a todos los seres, en ti me refugio!

Las sílabas Om Ah y Hung simbolizan los tres vajras: el cuerpo, el habla y la mente iluminada de todos los budas. Comienza por recitar estas tres sílabas y, mientras lo haces, evoca las cualidades que representan.

Las primeras líneas se pueden explicar como sigue, usando las palabras [del texto raíz] para comentarlas:

Existen dos extremos, temidos respectivamente por los shravakas y los pratyekabudas del Hinayana, y por los bodhisattvas del Mahayana. Son el extremo de la existencia samsárica, tan vasta como el espacio, y el extremo de la paz del nirvana. Las fuentes supremas de refugio, que tienen la capacidad de protegernos de estas dos situaciones aterradoras, son los budas perfectamente iluminados. De entre todas las manifestaciones emanadas de la sabiduría inseparable de sus mentes iluminadas, una de ellas es semejante a la esencia más íntima de corazón. ¿De cuál se trata? Es aquél que ha alcanzado el nivel de un vidyadhara espontáneamente realizado; que ha llevado a la perfección la actividad general de los budas victoriosos, y en particular la actividad de magnetizar y la actividad airada de subyugar. Aquí el texto le señala usando el pronombre personal de segunda persona: «en tu cuerpo, todo lo que aparece (los reinos puros) y existe (los seres en ellos contenidos) son todos los mandalas de los budas, perfectos por naturaleza propia».

Tomamos refugio en este maestro precioso —Guru Rimpoché— para que todos los seres, infinitos en cantidad, se puedan liberar del vasto océano de la existencia samsárica.

Si deseas una explicación más elaborada de este punto, puedes también hacer referencia a las categorías de refugio causal y resultante.

Generar la bodhichitta

En la base del tiklé luminoso de la sabiduría supremamente secreta,
¡que los tres oscurecimientos de todos los seres sean purificados y,
con las cuatro visiones espontáneamente logradas en el tiklé del cuerpo, habla y mente de sabiduría,
que todos ellos se liberen en el cuerpo de la vasija juvenil! Con este propósito, genero el corazón y la mente de la bodhichitta.

El significado general de la ofrenda de sang ya ha sido explicado. Como método para purificar los oscurecimientos temporales y últimos por medio de las dos acumulaciones de mérito y sabiduría, no tiene parangón. Por esta razón se dice que es el enfoque extraordinario del camino supremamente secreto de los mantras. En cuanto a la visión, la esencia de las dos luminosidades (ilustrativa y real) es la unión inseparable de dicha y vacuidad. Esta es la gran esfera, o tiklé, de la amplitud de la sabiduría primordial, donde los «filos» y las «esquinas» de los todos conceptos relacionados con los ocho extremos han sido eliminados. Reposando en el estado de realización que se alcanza al hacer esta práctica correctamente, el mérito se acumula en base a la luminosidad aparente, y la sabiduría por medio de la luminosidad vacía.

Hacemos la aspiración de que en el camino, los oscurecimientos de todos los seres —incluidos nosotros mismos— se purifiquen en la base fundamental de luminosidad, indistinguible de la naturaleza primordial de todos los fenómenos. Cuando esos tres oscurecimientos —emocionales, intelectuales (o cognitivos) y, en tercer lugar, el oscurecimiento habitual de las tres apariencias de la transferencia, que es un tipo particular de oscurecimiento cognitivo—[4] han sido purificados, el cuerpo, habla y mente nuestro y de los demás alcanzan su perfección espontáneamente en el tiklé que es inseparable del cuerpo, habla y mente vajra de todos los budas victoriosos. En este punto, alcanzamos el fruto, la culminación del camino último de Dzogpachenpo, así como las extraordinarias y poco comunes experiencias de las cuatro visiones:

  1. La visión de experimentar directamente la naturaleza de la realidad.
  2. La visión de la experiencia que se desarrolla más y más.
  3. La visión de la conciencia que alcanza la plena madurez.
  4. La visión de la disolución [de la experiencia ordinaria] en la naturaleza de la realidad.

El svabhavikakaya se puede comparar con la gran amplitud del cielo, en cuyo caso la liberación del cuerpo material corriente y burdo, junto con sus experiencias ordinarias, en la amplitud interior del cuerpo de vasija juvenil, o en un cuerpo de luz clara, se puede comparar con el cielo cuando queda limpio de nubes. Hacemos la aspiración de lograr esto, de cualquier forma que podamos.

De esta manera generamos a la vez la bodhichitta relativa, con sus aspectos de aspiración y de acción, y la bodhichitta absoluta. En el deseo de traer beneficio a gran escala para nosotros mismos y para los demás están incluidos todos los aspectos esenciales de la bodhichitta.

Reunir las acumulaciones por medio de la ofrenda de las Siete Ramas

Esta sección consta de siete partes. La primera es la rama de la postración; el texto dice:

¡A la naturaleza primordial e inalterada de Rigpa, rindo homenaje! Y

La condición natural de la mente es lo que se llama la sabiduría de la conciencia pura, y su naturaleza inalterada es la luminosidad primordial. En el nivel de la Base, éste es el dharmakaya original, cuyo resplandor intrínseco y poder podemos distinguir con los nombres de sambhogakaya y nirmanakaya. Una vez más, en el momento del fruto último, los tres kayas no son otra cosa que la realización de esa misma [luminosidad primordial]. Es, por lo tanto, un objeto sublime de veneración. Y es a éste objeto al que ofrecemos esta postración: un homenaje dirigido a nuestra propia sabiduría intrínseca.

«Y» es una conjunción que conecta esta línea con la siguiente.

La segunda rama es la ofrenda; el texto dice:

¡La luminosidad, que trasciende todo límite y dimensión, la ofrezco!

Meditar en esta luminosidad del dharmakaya, que es difícil de sondear y no tiene centro ni periferia, es la ofrenda última. Desde semejante estado consideramos que emanamos sustancias de ofrenda comunes, tales como agua fresca y demás, que se extienden por todo el espacio como las nubes de ofrendas del bodhisattva Samantabhadra. Haciendo ofrendas de este modo completaremos las dos acumulaciones.

La tercera rama es la confesión de la negatividad; el texto dice:

¡En la amplitud de la igualdad del samsara y del nirvana, confieso!

En la amplitud de la luminosidad (que se ha explicado más arriba), todos los fenómenos del samsara y del nirvana carecen por igual de naturaleza intrínseca. Puesto que es así, utilizamos los cuatro poderes para confesar todas las acciones negativas e incumplimientos de los votos cometidos por nosotros y los demás, a lo largo del pasado, el presente y el futuro. Después de esto, practicamos la confesión en la amplitud de la luminosidad, alcanzando la comprensión de la ausencia de toda verdadera realidad. Esto se llama «La confesión en la amplitud de la visión», que es la reina de todas las prácticas de confesión.

La cuarta rama es regocijarse. El texto dice:

¡En la gran extinción de todos los dharmas, más allá de la mente ordinaria, me regocijo!

Como ya hemos explicado, cuando llegamos a la culminación de las cuatro visiones, que son específicas del Dzogpachenpo, quedamos liberados de la actividad conceptual de la mente ordinaria y se desvanece toda percepción dual. Al mismo tiempo, todos los dharmas que pudieran perpetuar la existencia samsárica, tanto los manifiestos como los latentes, se agotan, y alcanzamos la completa liberación en la gran amplitud de la base primordial. Es de este acontecimiento inconcebible que nos regocijamos.

La quinta rama es solicitar que se gire la rueda de Dharma; el texto dice:

¡Girad la rueda de las enseñanzas del Dzogpachenpo espontáneamente perfecto!

Todos los aspectos de las enseñanzas del Dzogpachenpo, la Gran Perfección, que se incluyen en las tres categorías de Base, Camino y Fruto, se pueden explicar tanto en términos de pureza primordial (kadak) como de perfección espontánea (lhundrup). Aunque el texto hace hincapié en el aspecto de apariencia de la perfección espontánea, esto no significa que el aspecto de pureza primordial quede excluido. En este contexto, la expresión «espontáneamente perfecto» se refiere al camino del Dzogpachenpo en su totalidad. Al hacer esta petición, para que la gran rueda de las enseñanzas de este doble camino sea girada sin cesar, pedimos a las deidades del campo de mérito que nos escuchen y respondan.

En sexto lugar está la rama de la oración; el texto dice:

¡Removed las profundidades del samsara, os lo ruego!

Aquí pedimos a los budas y bodhisattvas, que residen en los reinos infinitos de todas las direcciones, que no entren en el nirvana, sino que permanezcan mientras el samsara exista, y les pedimos que remuevan la existencia samsárica hasta sus profundidades.

En séptimo lugar está la rama de dedicar la virtud; el texto dice:

¡En el estado absoluto, libre de sujeto, objeto y actividad, dedico!

Dedicamos todos los méritos acumulados por todos los seres a lo largo de los tres tiempos, representados aquí por el mérito producido por medio de las seis primeras ramas, comenzando por la postración. El mérito lo dedicamos, a nivel último, al traspasar más allá del sufrimiento. Esta dedicatoria debería de hacerse en un estado que no esté contaminado por aferramiento alguno a la verdadera existencia de las tres esferas conceptuales: el acto de dedicar, las virtudes dedicadas y el que realiza la dedicatoria.

Estas son las siete ramas, que comprenden todos los métodos para completar las acumulaciones.

2. La práctica principal

Después de explicar los preliminares esenciales para la ofrenda del sang, pasamos a examinar la práctica principal. Esto consta de tres partes: bendecir las sustancias de ofrenda, identificar a los que reciben las ofrendas, y la forma de realizar estas ofrendas.

Bendecir las sustancias de ofrenda

El texto dice:

¡Dhrum!
En el recipiente amplio y lustroso, constituido por la esencia de joyas variadas,
las sustancias del samaya, todos los objetos deseables de la existencia mundana,
se transforman en néctar de sabiduría por la bendición de las tres sílabas semilla Om Ah Hung,
para que todo lo que aparece y existe se transforme en una ofrenda de todo lo que se pueda desear.

En un estado que no se centra para nada en los fenómenos, aquí representados por as sustancias de ofrenda, recita «Dhrum», la sílaba semilla del Tantra del Monarca Universal Ushnika. A la vez, considera que el recipiente de la torma se transforma en un recipiente vasto y lustroso hecho de la esencia de varias joyas, tan grande como el mundo mismo. En su interior están todos los objetos deseables de la existencia mundana, en forma de sustancias del samaya: las cinco carnes y los cinco néctares. Luego visualiza las sílabas semilla Om Ah Hung, una encima de otra, que simbolizan el cuerpo, habla y mente de todos los budas. Mediante la emanación y reabsorción de los rayos de luz se reúnen las bendiciones de todos los budas de las diez direcciones y de disuelven de vuelta en las tres sílabas semilla. Éstas, a su vez, se llenan de luz y comienzan a fundirse. Al mezclarse inseparablemente con el néctar, se convierten esencialmente en néctar de sabiduría y asumen la forma de innumerables emanaciones de diosas de ofrendas. Por medio de esta bendición, considera que todos los fenómenos contenidos en las categorías de todo lo que aparece (el entorno externo) y todo lo que existe (los seres que contenidos en éste) se reúnen, transformados en grandes nubes de ofrendas de todo cuanto se pueda desear.

Esto fue la identificación de las sustancias de ofrenda.

Los que reciben la ofrenda

El texto continua:

¡Todo esto, lo ofrezco a los Lamas, Yidams, Dakinis, Dharmapalas y
a todos los mandalas de los budas de las diez direcciones;
a las deidades locales de este mundo, a los seres de los seis reinos y a los invitados con quienes tenga deudas kármicas,
y especialmente a aquellos que me quitarían la vida y mermarían mi fuerza vital;
a los malvados demonios Jungpo que infligen enfermedades y obstáculos,
malas señales en los sueños y todo tipo de malos augurios;
a las ocho clases de espíritus negativos, maestros de ilusiones mágicas,
y a todos aquellos con quienes tenga deudas kármicas de comida, lugar y riqueza;
a las fuerzas que traen oscurecimiento y locura, a las sombras de hombres y mujeres muertos;
a todos los espíritus, terangs, espectros y fantasmas femeninos!

Aquí todos los recipientes de la ofrenda se explican según las categorías de las cuatro clases de invitados.

En primer lugar están los invitados por respeto: las Tres Joyas. El Lama glorioso, primero, es la fuente de bendiciones y la encarnación de las Tres Joyas. Las deidades yidam de los mandalas son las fuentes de logros y se incluyen en la Joya del Buda. Las Dakinis se cuentan en la sangha interna de los vidyadharas. Luego vienen también los dharmapalas. En breve, esto comprende todos los mandalas inconcebibles de los budas que residen a lo largo y a lo ancho de los infinitos campos búdicos de las diez direcciones.

Luego están los invitados por sus cualidades: los protectores. Estos son las deidades locales de cada lugar y continente, representados por los de nuestro propio continente, Jambudvipa: los señores de la tierra, los devas y los nagas, las fuerzas planetarias y estelares, los guardianes de las diez direcciones, los terroríficos y los grandes reyes. También están los setenta y cinco protectores gloriosos de las moradas puras, con sus respectivos séquitos.

A continuación están los invitados de las seis clases, convocados por compasión. Éstos son los seres que deambulan por los seis reinos o clases, atormentados por sus sufrimientos particulares: los dioses, los semidioses, los seres humanos, los animales, los espíritus ávidos y los seres de los infiernos.

Además, están los invitados con los que tenemos deudas kármicas, y en especial aquellos que nos robarían el espíritu de la vida, agotarían nuestra fuerza vital o nos matarían. Están los malvados demonios Jungpo, seres que crean enfermedades y otros obstáculos. Y están los espíritus arrogantes de este mundo, que traen malas señales en los sueños y toda clase de malos augurios. Estos son las ocho clases de espíritus negativos, los maestros de las ilusiones mágicas. En particular, están aquellos con los que no hemos saldado nuestras deudas kármicas, con quiénes tenemos deudas de comida, morada, riquezas y posesiones. Además, están aquellas fuerzas masculinas y femeninas que nos traen impurezas y obstrucciones; los demonios que causan la locura y la enfermedad; las sombras de los hombres y mujeres que han muerto; y los espíritus de los fallecidos que se cuentan en la categoría de pretas, o espíritus ávidos. Están los terangs y los espectros que habitan en poblaciones y otros lugares. En resumen, estos acreedores kármicos incluyen los espíritus obstructores de las varias clases de fantasmas y demonios masculinos y femeninos.

Como se realiza la ofrenda

El texto dice:

Ahora que todas mis deudas kármicas han sido saldadas, quemadas en llamas escarlata,
todo lo que cada uno desee, que los objetos de sus deseos caigan como lluvia, porque
¡por toda la amplitud y duración del espacio,
dedico una cantidad inagotable de estimulantes sensoriales!
¡Que mis acciones negativas y oscurecimientos acumulados en el pasado, presente y futuro,
por el mal uso de las ofrendas hechas a las Tres Joyas, en devoción y por los muertos
sean purificadas en el fuego de esta ofrenda de Sang!
¡Que sus llamas llenen el universo entero, y que cada partícula diminuta de llama
se convierta en una nube inagotable de ofrendas como las de Samantabhadra,
colmando enteramente todos los reinos búdicos!
¡Que todas estas llamas, rayos de ofrenda de luz de sabiduría de cinco colores,
alcancen a los seres de las seis clases, hasta los infiernos Avici;
que los tres reinos del samsara se liberen en el Cuerpo de Arco Iris,
y todos los seres sensibles despierten en el corazón de la iluminación!

Cualesquiera deudas kármicas que tengamos, como por ejemplo por la protección que hemos recibido de nuestros superiores o por la reverencia que nos han mostrado los inferiores, quedan todas saldadas por medio de las ofrendas que se hacen a las llamas escarlata: son quemadas y purificadas. Por medio de este acto, todos los invitados quedan satisfechos y reciben una gran lluvia de todo cuanto sus mentes puedan desear. Lo dedicamos diciendo:

¡Por toda la amplitud y duración del espacio, que caiga esta gran lluvia de objetos deseables, convirtiéndose en un surtido inagotable de los cinco estimulantes sensoriales!

Por el poder de esta dedicatoria, que todas nuestras acciones negativas y oscurecimientos del pasado, presente y futuro, y particularmente el mal uso de las ofrendas hechas a la Tres Joyas, con devoción y por los muertos, cualquier cosa que nos oscurezca a lo largo de los caminos y los bhumis, ¡que se purifique por completo en esta ofrenda de sang!

Además, que las llamas de la ofrenda de sang llenen el universo entero, toda la apariencia y la existencia, y que cada minúscula partícula de llama se convierta en una ilimitada e inagotable nube de ofrendas, como las de Samantabhadra, abarcando todos los reinos búdicos de las diez direcciones!

A la vez, desde las puntas de estas llamas, visualizadas como la luz de cinco colores de la sabiduría, ¡que aparezcan rayos de luz multicolor emanando nubes de ofrendas! ¡Que estos rayos impregnen a las cinco clases de seres, especialmente en el Infierno de Avichi del tormento último, y que puedan traer allí alivio y dicha refrescante!

¡Que todo el karma negativo, las acciones dañinas y oscurecimientos acumulados en el samsara sin principio, sean purificados! ¡Que los tres reinos del samsara —los reinos del deseo, de la forma y sin forma— se liberen en el Cuerpo de Arco Iris, y que todos los seres sensibles despierten en el corazón de la iluminación completa e insuperable!

Mientras realizas las visualizaciones del texto que has recitado, recita Om Ah Hung cien, mil, diez mil o cien mil veces o más.

3. Conclusión

La conclusión tiene tres partes: dedicatoria, aspiración, y solicitar la actividad.

Dedicatoria

El texto dice:

Todo queda purificado en los tres kayas: el entorno, un palacio celestial
donde el dharmakaya, el sambhogakaya y el nirmanakaya, las formas y agregados de la existencia fenoménica,
se funden en néctar que inunda toda la amplitud del espacio con luz de arco iris.
El samsara se libera en nirvana; esta esencia de néctar inmaculado
la comparto con todos aquellos que, desde los tiempos sin principio hasta este mismo momento
han sido los invitados en la existencia mundana.

La apariencia y la existencia en su totalidad son puras en su naturaleza de los tres kayas. Esto es así porque los cinco elementos del entorno externo (es decir, el «recipiente») son, en su naturaleza pura, las cinco consortes de los budas; los contenidos —los cinco agregados— son, en su naturaleza pura, los cinco budas; y las ocho conciencias del continuo mental son, en su naturaleza pura, las cinco sabidurías. Por lo tanto, el reino puro de Akanishta, vasto y secreto, que es el espacio de las cinco consortes de los budas —los cinco elementos del entorno externo, en su pureza absoluta— tiene la naturaleza de un palacio. Los agregados, los elementos y las fuentes de los sentidos que se hallan en esta esfera son, en su pureza, los mandalas de los budas del dharmakaya, el sambhogakaya y el nirmanakaya.

Las apariencias inanimadas (es decir, el «recipiente» que es el entorno externo), así como los agregados de forma de la existencia animada, al ser bendecidos se funden en néctar de amrita (que simboliza a destrucción de los maras), hasta que ni una sola parte queda por transformar. Los vapores y vahos de amrita toman la forma de luz de los colores del arco iris, que inunda el cielo en toda su extensión, y el samsara se libera en el nirvana. Por este método podemos amasar mérito inmaculado y, con ello, superar todas nuestras emociones negativas. Esta es la «amrita» esencial, la virtud que dedicamos.

En cuanto a los objetos de nuestra dedicatoria, son los invitados de la existencia mundana, que desde los tiempos sin principio hasta ahora mismo han estado deambulando por los tres reinos del samsara: todos los seres sensibles que han sido nuestros propios padres y madres. En un estado libre de las tres esferas conceptuales, dedicamos para ellos.

Aspiración

La aspiración se expresa en los siguientes cinco versos. Primero:

Cuando hayamos logrado todas las nobles cualidades de las etapas, caminos y fruto,
y hayamos disipado todos los obstáculos a la Visión, Meditación y Acción,
en el espacio celestial de la maravillosa mente de sabiduría de Samantabhadra,
¡que capturemos el bastión del cuerpo de vasija juvenil!

¡Que por medio del poder de la virtud que hemos acumulado podamos obtener todas las nobles cualidades, según recorremos gradualmente los cinco caminos y las diez etapas, que al nivel del fruto culminan en las diez fuerzas, las cuatro valentías y demás! ¡Que de este modo podamos lograr espontáneamente nuestro bienestar y el de los demás! ¡Qué se disipen todos los obstáculos a nuestra Visión, Meditación y Acción! Y, en última instancia, en el espacio celestial de la maravillosa mente de sabiduría de Samantabhadra, que podamos capturar la fortaleza del cuerpo de vasija juvenil, la claridad interior que es «juvenil» porque es sabiduría clara, con sus poderes perfectamente completos, y que sin embargo se contiene en un «cuerpo de vasija» porque aún no se ha hecho perceptible.

Luego:

Y cuando por fin se vacíe el gran océano del samsara,
¡que todos los seres alcancen la budeidad en la red de loto de Akanishta!

Una vez alcanzada la iluminación completa y asegurado nuestro propio bienestar, procedemos a actuar sin interrupción para el beneficio de los demás. Por eso hacemos la siguiente aspiración: «¡Cuando al fin se haya vaciado el gran océano del samsara, que todos los seres puedan alcanzar la iluminación en el reino puro de Akanishta, la “Red de Loto” inmaculada, que se extiende a lo largo y ancho del espacio!»

La aspiración continúa:

¡Las ofrendas de Sang de los agregados y los elementos relumbran con esplendor vívido y brillante!
¡Las ofrendas de Sang de la bodhichitta roja y blanca resplandecen con dicha y vacuidad!
¡Las ofrendas de Sang de la vacuidad y de la compasión colman el Dharmadhatu!
Sobre la base de luz adamantina de cinco colores de la existencia fenoménica, el samsara y el nirvana,
presento la ofrenda de Sang de la perfecta budeidad espontáneamente lograda.
¡Que todas mis deudas kármicas del pasado sean purificadas!
¡En el presente, para que no permanezcan en mi flujo mental, las confieso!
¡En el futuro, que nunca me arrastre la rueda del oscurecimiento!

Al realizar la ofrenda del sang de los agregados, elementos y fuentes sensoriales impuras, con las formas resplandecientes de las deidades pacíficas y airadas, nuestros cuerpos ordinarios se liberan en formas iluminadas ilusorias de esplendor vívido y brillante. Al hacer la ofrenda del sang de la bodhichitta roja y blanca ordinarias en la amplitud ardiente de la sabiduría, la sabiduría de la unión de dicha y vacuidad resplandece con fuerza. La ofrenda del sang de vacuidad y compasión indivisibles colma el dharmadhatu.

Sobre la base de la luz adamantina y resplandeciente de cinco colores de todos los fenómenos de la apariencia y la existencia, del samsara y del nirvana, realizamos esta ofrenda de sang para que se alcance la budeidad perfecta, preciosa y espontáneamente lograda. Por el poder de todo esto, ¡que se purifiquen todas nuestras deudas kármicas de vidas pasadas! ¡En el presente, confesamos nuestras transgresiones y acciones dañinas, para que no permanezcan en nuestro flujo mental! Y en el futuro, mediante esta confesión, ¡que nunca jamás volvamos a caer en el ciclo del oscurecimiento!

El texto continúa:

¡Todos los deterioros de los votos de la liberación individual, de los preceptos de los bodhisattvas
y de los samayas de los vidyadharas,
ya sean conscientes o sin querer, los admito abiertamente!
¡Que la enfermedad, las influencias dañinas, los oscurecimientos e impurezas sean purificados!
¡Que esta era de plagas, hambrunas y guerras se apacigüe!

Los votos externos de la liberación individual, los votos internos de los bodhisattvas y los votos secretos de los vidyadharas tienen sus sistemas específicos y particulares, que detallan lo que hay que adoptar y lo que hay que evitar. En el primero lo que se enseña es, principalmente, abstenerse de ciertas acciones negativas prohibidas; en el segundo están los preceptos para acumular virtud y madurar a los seres sensibles; y en el tercero están los diversos compromisos de samaya del Vehículo del Mantra extremadamente secreto. Admitimos y confesamos abiertamente todos nuestros deterioros de dichos votos y compromisos, en los que hemos incurrido consciente o inconscientemente. Por esta confesión, ¡que se purifiquen todas nuestras enfermedades, influencias dañinas, obscurecimientos e impurezas, surgidas de la trasgresión de nuestros votos y compromisos! ¡Que se pacifiquen todas las calamidades de esta época y lugar, tales como las plagas, la hambruna y la guerra!

Solicitar la actividad

El texto continúa:

¡Que se repelan los asaltos de los invasores!
¡Que se prevengan las fuerzas obstructoras que harían que el maestro espiritual se marche!
¡Que se eviten los malos augurios y las circunstancias desfavorables para el mundo entero y para la tierra del Tibet!
¡Que se aparten las fuerzas planetarias, los nagas y los espíritus arrogantes semejantes a reyes que cortan el aliento de la vida!
¡Que se superen los ocho miedos mayores y los dieciséis menores!
¡Para mí y para los que me rodean, que se evite todo lo que sea desfavorable!
¡Que se repela el poder y la fuerza de los corruptores del samaya y de los demonios Gongpo!

¡Que se repelan los ataques de los invasores, o de los ejércitos bárbaros que vienen de las cuatro regiones fronterizas a Lhasa para destruir las representaciones del cuerpo, habla y mente iluminados, o para apropiárselas en acto de pillaje!

¡Que se prevengan todas las fuerzas que crean obstáculos e invitan a los maestros espirituales a que abandonen este mundo por los reinos de paz!

¡Que se eviten todas las malas profecías, desfavorables para la tierra del Tibet!

¡Que se repelan todas las fuerzas planetarias, los nagas y los espíritus arrogantes semejantes a reyes, que cortan de forma tan abrupta el soplo vital de los seres!

¡Que se superen los ocho grandes miedos (el fuego, el ahogo, los animales salvajes y demás), así como los dieciséis miedos menores!

¡Que se evite todo lo desfavorable, para mí y para los que viven cerca mía!

¡Que se repelan los poderes y la fuerza de los corruptores del samaya que provocan obstrucciones, así como las huestes de los demonios Gongpo!

Al ofrecer así el sang, practícalo tal y como se indica en el ritual para la ofrenda de fuego, con 108 quemadores de sang y varios tipos de madera para quemar.

En cuanto a los beneficios de esta práctica, el texto del sang reza:

Por medio de esta práctica adamantina de Riwo Sangchö, uno será capaz de «rescatar» la muerte, purificar el mal uso de las ofrendas y evitar los obstáculos de diversas clases. Yo, Latsün, la emanación ilusoria, escribí esto sin error, siguiendo las instrucciones de las dakinis, al revelar la tierra oculta de Sikkim.

Gya. Gya. Gya.

Estas explicaciones se pueden aplicar a las distintas versiones del texto de la ofrenda de sang, más elaboradas o más breves, según sea apropiado.

En el jardín de lotos de la pura y erudita tradición de las escrituras
los maestros sublimes hallan placer y deleite,
pero para aquellos que continuamente realizan ceremonias en los pueblos, esta voz de asno
quizá pueda ofrecer algún entretenimiento con su vergel de consejos diversos.
Del río de frases elegantes que benefician a las enseñanzas
ni una gota de la punta de una hoja de hierba kusha he cogido;
aun así, esta guirnalda de palabras surgidas de mis esfuerzos
quizá contenga algo de la humedad caída de las nubes de Dharma.
Por este mérito, que todos los seres
hallen alivio inmediato de toda enfermedad, influencia negativa y miedo al daño y,
finalmente liberados del tormento de las emociones negativas,
se mantengan siempre en el esplendor de lo bueno y lo virtuoso!

Esta explicación de la ofrenda de sang, titulada «La suave lluvia de beneficio y alegría», fue escrita en respuesta a la petición de uno que se llama Samantabhadra. Viendo que no abundan las historias como esta, y que muchas personas hoy día hallan deleite en esta práctica como método para mejorar las condiciones de su vida presente, lo hice más que nada para que fuera de beneficio en esta época actual. Yo, el monje que predica el Dharma llamado Gyalse Shenpen Taye, escribí rápidamente lo que me vino a la mente en mi ermita «Palacio de la gran dicha» en el monasterio de Rudam Orgyen Samten Chöling.[5] ¡Que cunda la virtud!

| Traducido al inglés por Adam Pearcey, 2006. Los versos raíz del Riwo Sangchö son cortesía de Rigpa Translations.
| Traducido al español por Roger Espel Llima, 2011 y 2014.


  1. «Lograr la fuerza vital de los vidyadharas»  ↩

  2. La historia del practicante laico Shrigupta se encuentra en el comentario de Khenpo Sangye Tendzin a los Dichos elegantes (Sakya Lekshe) de Sakya Pandita. En esta historia, un falso maestro convence a Shrigupta para que trate de engañar al Buda ofreciéndole comida envenenada. Cuando el Buda frustra el intento, Shrigupta se arrepiente, y el Buda le hace repetir tres veces los versos siguientes:

    El apego, la aversión y la ignorancia
    son los tres venenos de este mundo.
    Los budas victoriosos no poseen semejante veneno:
    los iluminados conquistan el veneno con la verdad.

    Esto verso se repite luego con el Dharma y la Sangha en lugar «los budas victoriosos». Luego:

    Todo lo que sea venenoso
    y todos los seres vivientes que posean veneno:
    todo esto surge del veneno del apego.
    El apego es el mayor de los venenos.

    Este verso se repite luego con la aversión y la ignorancia.  ↩

  3. Esto hace referencia a la técnica para eliminar agua de la oreja virtiendo más agua en ella.  ↩

  4.  Las tres apariencias surgen en el momento de la muerte, según la esencia blanca del padre desciende, la esencia roja de la madre asciende y las dos se encuentran en el corazón.  ↩

  5.  El monasterio Dzogchen.  ↩

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